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BIBLIOTECA FÓSIL

La naturaleza del lenguaje es vibratoria. Su verdadera consistencia es la de fluido, corriente verbal que se desplaza en el espacio y en el tiempo. A semejanza de la falena que apenas vive una tarde, de la levadura que se agosta en pocas horas, la vida del lenguaje se consume al instante. La palabra vibra y cesa. Y de ser nuevamente pronunciada, volverá a ser siempre la misma y siempre diferente. El río de Heráclito viene a ser flujo verbal.

La coerción que sobre el flujo del lenguaje ejerce la cultura impresa en forma de sujeción a un código y fijación permanente a un soporte, lo vulnera y lo daña.

Por su carácter fugaz y de perpetua renovación, el lenguaje no sabía de sí, se ignoraba por completo. La creación del alfabeto fonético y la aparición de la escritura, la tipografía y la cultura impresa son los espejos en los que se ha reconocido como flujo amordazado y estancado.

Así, tal vez el libro no sea un fardo de papel inerte que sólo cobra vida al ser leído. Toda página impresa vendría a tener una vida vegetativa en la que sonido y sentido están siempre presentes y en activo. Tarde o temprano, esa vigilia permanente lleva a la palabra impresa a tomar noción de sí como lenguaje cautivo.

Amparada en esa hipótesis discutible, la Biblioteca fósil se constituye en catálogo de objetos en los que la lengua impresa ha optado por la transformación radical de su condición y destino mediante la desecación y progresiva calcificación del producto editorial.

Al igual que la oruga se envuelve en su capullo y sale de él transfigurada, el lenguaje sella todas las salidas y se encierra a cal y canto en su mortaja de papel para salir de ahí reconvertido en lo que verdaderamente es: fluido, palabra en el tiempo. Esa alquimia rigurosa nos deja un duro y pálido despojo, el libro fósil.

Concebida como colección atípica y única en su género desde la convicción de que el asombro aún es posible, Biblioteca fósil es un fondo de libros en estado mineral que pretende estudiar y divulgar el fenómeno de la calcificación de fondos bibliográficos y mostrar la belleza terminal de esos raros ejemplares.